jueves, mayo 2, 2024

Nuevos datos revelan la peligrosidad de la variante Beta

Las personas infectadas con la variante del coronavirus Beta tienen más probabilidades de necesitar cuidados intensivos y de morir que las personas infectadas con otras variantes, advierte una reciente investigación publicada en la revista científica Nature. La variante, también conocida como B.1.351, se identificó por primera vez a fines de 2020 en Sudáfrica, donde provocó una segunda ola de COVID-19 antes de extenderse a nivel mundial.

Alguna evidencia ha sugerido que los casos severos de COVID-19 fueron más comunes durante la segunda ola impulsada por Beta de Sudáfrica que durante su primera ola, causada por la versión ancestral del SARS-CoV-2. Para determinar si la variante Beta está relacionada con una mayor gravedad, Laith Jamal Abu-Raddad, epidemiólogo de enfermedades infecciosas de Weill Cornell Medicine-Qatar en Doha, estudió a personas infectadas en Qatar a principios de 2021.

Durante ese período circularon dos variantes: Beta y Alpha, que se originó en el Reino Unido en 2020 y también se conoce como B.1.1.7. El equipo no comparó Beta con la variante Delta, que ahora está arrasando en gran parte del mundo y que también se ha relacionado con una mayor gravedad.

Las personas infectadas con Beta tenían un 25% más de probabilidades que las infectadas con Alpha de desarrollar una enfermedad grave, y alrededor de un 50% más de probabilidades de requerir cuidados intensivos, así como un 57% más de probabilidades de morir. Esto encaja con las observaciones de la época, dice Abu-Raddad. Con el aumento de Beta en Qatar, las admisiones de cuidados intensivos se duplicaron y las admisiones en UCI y las muertes se cuadriplicaron. “Estaba muy claro que estábamos hablando de una variante más severa”, agrega.

FUENTE: ADN

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