En septiembre de 1970, Jimi Hendrix ofreció el último concierto de su vida, en el festival Peace and Love en Alemania. Doce días después del último concierto, Hendrix murió en un hotel de Londres. Tenía 27 años y en tan sólo 18 meses había publicado tres álbumes, uno de ellos doble, que cambiarían la historia del rock.
Era un afroamericano mitad indio cherokee, amante de la guitarra eléctrica, que tuvo que llegar a Londres para alcanzar el éxito. Una corta pero brillante carrera musical le convirtieron en uno de los mejores músicos de todos los tiempos.
Una de sus primeras apariciones fue en el legendario festival de Monterey en 1967, donde prendió fuego a su guitarra eléctrica en plena actuación. En el festival de Woodstock de 1969 tocó el himno estadounidense en señal de protesta por la guerra de Vietnam.
Sus últimos años vivió momentos difíciles, agotado por las continuas giras sin descanso, problemas con las drogas y con dos demandas judiciales, una de ellas de partenidad.
Son muchas las versiones acerca de su muerte, pero la versión oficial concluyó en una intoxicación con pastillas y alcohol. 50 años después de su muerte, se han editado decenas de discos de Jimi Hendrix y continúa siendo una leyenda.
Fuentes: RTVE y AFP